Vuelvo
con una de salado que después de tartas y bizcochos cada vez que
miro el blog me sube el azúcar... y con esta me retiro por unos
días! o eso intentaré.
Aprovechando
que es domingo, que los supermercados están cerrados y que yo los
domingos no tengo ganas de complicarme la vida pues he abierto la
nevera y ¿qué ha sido lo primero que me he encontrado? Sobras!! sí,
sobras de un día, sobras de otro, sopa de cebolla por un lado, dos
pechugas por otro, espinacas con bechamel de ayer. Y he pensado pues
mira, vamos a ver que sale del reciclaje.
Cierto
es que me podía haber facilitado más el almuerzo recalentando las
sobras esas y haciendo un tapeo de todo pero yo no soy de recalentar,
soy más de reciclar, el cubo de basura en mi casa no se llena mucho
que no está la cartera para andar derrochando, ser cocinero consiste
en ingeniártelas con lo que tengas.
Desde
ya te digo que no es una fideuá común, así que no me critiques
jajaj, no es el típico plato marinero que se elabora con pescado y
marisco fresco de forma parecido a la paella, es un símil. Eso sí,
lo que me ha gustado respetar es la paellera o en mi caso cazuela en
la que se suele elaborar y los fideos finos que son el origen y no
los fideos gordos esos huecos que los llaman “fideos para fideuá”,
esos no! A mi lo que me gusta es que los fideillos finos cuando
acabes la fideuá y la dejes reposar se retuerzan y se suban para
arriba como gusanillos, eso es tan característico de este plato.
INGREDIENTES
350 gr. de fideos “cabello de ángel”
200 gr. de restos de espinacas o de
espinacas ya cocidas
2 pechugas de pollo
10 champiñones frescos
½ l. de sopa de cebolla o caldo de
pollo
1 vasito de vino blanco
Harina
aceite de oliva
sal y pimienta
ELABORACIÓN
Lo primero es formar las bolas de
espinaca del tamaño de una albóndiga y pasarlas por harina.
Ponemos una sartén honda con bastante
aceite para freír a que se vaya calentando. Y la sopa de cebolla o
caldo a calentar.
Por otro lado ponemos la paellera o
cazuela de barro al fuego con un chorrillo de aceite y vamos
salteando las pechugas de pollo salpimentadas a fuego medio cuando
empiecen a coger color las rociamos con el vino y le echamos los
champiñones limpios y cortados por la mitad o a cuartos dependiendo
del tamaño.
El aceite ya estará caliente así que
vamos a freír los fideos, los echamos todos de golpe en la sartén y
con cuidado los vamos removiendo con la espumadera hasta que cojan un
color dorado, (1 minutos aproximadamente). Sacar y dejar escurrir el
exceso de aceite.
Filtrar el aceite de la sartén para
retirar los fideos que se quedan pegados en el fondo y paredes y
volverlo a poner al fuego para freír las bolas de espinaca, bien
fritas y doradas a fuego alto para que se les forme una costra
externa que impida que se deshagan.
Rociar la mitad del caldo sobre la
paellera o cazuela y aumentar el fuego, cuando arranque a hervir
añadir las bolas de espinaca y acto seguido los fideos fritos,
remover con sumo cuidado para que las bolas no se deshagan y los
fideos se impregnen bien del caldo, agregar el resto del caldo
rociándolo por encima de todas las bolas de espinaca para que los
fideos que se quedaron encima de estas se bajen y queden empapados,
salar al gusto. A partir de ahora bajar a fuego medio y no remover
con la paleta, sólo mover con movimientos de vaivén hasta que el
caldo se lo vayan absorbiendo los fideos.
Ten en cuenta que son fideos y no
arroz, es decir, no te pases con el líquido pues sino te quedará
caldosa y lo suyo es que quede seca. Si no controlas bien el líquido
lo mejor es irlo echando de a poco y siempre caliente según vayas
viendo como te queda la pasta. Además una vez que ponemos los fideos
como son tan finos estos se cocinan 5 minutos, no más.
Finalmente cuando veas que se consumió
el líquido y los fideos están tiernos, déjala secar a fuego mínimo
durante un par de minutos, después apaga y deja reposar (sin tapar)
5 minutos y verás como los fideos de la superficie poco a poco como
por arte de magia se van doblando sobre sí y quedan todos mirando
para arriba, es ideal!!!!! (por eso los fideos gordos esos huecos
llamados “de fideuá” tienen la forma curvada para imitar el
resultado que dan los fideos finos originales al cocinarlos de esta
manera).
Otra opción si quieres es una vez que
añadiste los fideos y el caldo meterla al horno y dejar que se acabe
de hacer en él, pero yo prefiero al fuego.
Como dirían por aquellas tierras: que
aprofiti!!