TÉCNICAS PARA NO ENGORDAR (cocinar con pocas calorías)


Hoy empleamos cacerolas que cocinan prácticamente sin consumir agua ni grasa, las ollas rápidas, el microondas, planchas de asar manuales, eléctricas o de vitrocerámica... Nuestro menaje se ha modernizado bastante, aunque a veces no lo empleamos del todo bien. Si te interesa descubrir en qué fallamos, descubre todo lo que se dijo en este sentido, en el transcuro de las X Jornadas de Nutrición Práctica.

- Comprar, cortar, manipular, cocinar... y hacerlo bien

Todo lo que hacemos desde que adquirimos los alimentos, cómo los conservamos si no los vamos a consumir inmediatamente y cómo los congelamos tiene relevancia para la conservación de nutrientes. Los especialistas en nutrición están de acuerdo en que la manera de cocinar un plato influye en que sea más o menos saludable y más o menos calórico, de ahí que sea esencial manipular nuestros alimentos correctamente desde que se adquieren hasta que se consumen. Otros alimentos, como las carnes, las aves, las frutas… nos llegan hoy día o en ocasiones con mermas en su valor nutritivo. Recientes estudios han demostrado que el contenido en minerales de la leche y la carne ha caído de forma significativa en estos últimos 70 años. Razón de más para intentar que no haya más fugas.








- 5 TÉCNICAS INTERESANTES:

Wok, salteados sin grasa

El wok, que está tan de moda, es una sartén honda en la que se hacen salteados rápidos de pequeñas porciones de alimentos, todos de tamaño parecido, con poca grasa. Combina la fritura con la cocción al vapor, dada su forma honda que guarda bien el calor y escurre la grasa. Por ello la fritura es rápida y las hortalizas se cuecen en su humedad. Al hacer cocciones cortas conserva más nutrientes. Podrías hacer lo mismo en una sartén antiadherente y con tapa.

- Planchas y barbacoas más sanas

Las parrillas manuales, para colocar sobre las placas de gas o vitrocerámica, o las eléctricas, más cómodas puesto que las puedes llevar a la mesa, sólo necesitan una mínima cantidad de aceite; por tanto, permiten una cocina más sana. No hay que abusar de las barbacoas: debemos evitar un contacto prolongado con la llama, que acarrearía la formación de benzopirenos (de efectos cancerígenos). Para contrarrestar, sirve las carnes, pescados... con verduras.

- Microondas, cocciones en su jugo

No asa, sino que cuece. Y no hace falta añadir líquido, ya que el alimento se va a cocinar con su propia agua de constitución. Por ello se cocinan bien únicamente los alimentos ricos en agua, grasa o azúcares. Los poco hidratados se cocerán muy mal. Al no pasar de los 100º C durante las cocciones y al ser éstas tan cortas, las vitaminas termolábiles se van a conservar mucho más. Al no añadir nada de agua no habrá pérdida de minerales.

- Al vapor, más nutrientes

Las vaporeras, tanto manuales como eléctricas, permiten un cocinado al vapor, como en las ollas superrápidas, pero utilizando una mayor cantidad de líquido, y el vapor, al no estar a presión, se escapa al exterior. El alimento se humedece, pero pierde menos nutrientes que cuando se realiza una cocción normal, con el alimento directamente en el agua. Los tiempos de cocción en las vaporeras son más largos que cuando se hace al vapor en las ollas rápidas.

- Usa bien tu superrápida


Aunque se puede trabajar con una o dos rayitas de la válvula, es preferible utilizar los dos anillos porque el calor penetra más rápido y los alimentos, al cocerse más deprisa, resultarán más nutritivos.
Todas las hortalizas deben cocinarse al vapor, introducidas en un cestillo, y con muy pequeña cantidad de agua, normalmente no más de 1 decilitro o 100 g., que nunca estará en contacto con ellas.
Si estas rayitas desaparecen o sólo se ve una de ellas, estaremos trabajando a menor presión; por tanto, a menor temperatura, y los tiempos no serán los deseados en una cocción normal, que para la mayoría de las hortalizas o del arroz serían dos o tres minutos.
Empleamos más agua de la necesaria. Los fabricantes saben que la olla no se va a usar bien y aconsejan más agua de la precisa. Las verduras con un alto contenido en agua, como las espinacas o las acelgas, se pueden cocer incluso sin agua.

Como ves sólo hay que adquirir unos determinados hábitos y darle a cada alimento su correcta aplicación o técnica de cocción para mantener a ralla esos kilos.

Un saludo. 

JOSÉ LÓPEZ