AHORRO EN LA COCINA, ¿QUÉ HACER CON LAS SOBRAS?


Cuantas veces ocurre que después de una comida, cena o celebración, nos quedan algo de sobras y nos bloqueamos porque no sabemos qué hacer, tirarlas, guardarlas, o comer dos días lo mismo.

A partir de ahora esto no te volverá a ocurrir, te voy a facilitar una serie de ideas o trucos que si haces uso de ellos ahorrarás y de paso customizarás tus platos. Porque reciclar alimentos no es recalentarlos, sino transformarlos.

A mi personalmente no me gusta andar tirando la comida, de hecho no lo hago, más que nada porque me han educado a ello ya no sólo porque haya gente que se muera de hambre, sino también y porque no, los alimentos que nos brinda la naturaleza no son para tirarlos, sino para aprovecharlos.

Siempre pongo el ejemplo de la figura de mi abuela paterna, recuerdo llegar a su casa y jamás pero jamás la vi tirar nada, era capaz de comerse las 4 cucharadas que nos quedaban a los nietos en el plato antes de echarlas a la basura.. jajaj, y es que cuando una persona ha pasado una posguerra y ha criado a 6 hijos con un “jornal” del campo, aprende a administrar y sacar comida de donde no la hay.

La idea general sería congelar y/o guardar para otras ocasiones, siempre y cuando los alimentos o preparaciones admitan la congelación. Pero, a veces las sobras de determinados tipos de alimentos no pueden congelarse, y otras ocurre que por falta de planificación, abres la nevera y no hay más que sobras o restos de. En estos casos es de utilidad saber sacar provecho de cualquier resto. Con bastante imaginación y algo de destreza puedes llegar a preparar deliciosos y originales menús que en muchas ocasiones incluso pueden llegar a ser mejores que los platos iniciales.

Hay que ser espontáneo, adaptarse a lo que tenemos en el frigorífico o la despensa. No se trata de comer varias veces seguidas el mismo plato, sólo hay que aprender a combinar las sobras con algún otro tipo de alimento, de esta manera aumentamos la cantidad y variedad del plato. Son muchas las combinaciones que podemos hacer, todas riquísimas, para sacar el máximo partido a lo que cocinamos. Además de comer bien, nuestro bolsillo lo agradecerá a final de mes.



Pescado y marisco
Las sobras de esa merluza, pescada, bacalao y los 5 langostinos de más que te han quedado no tienen porque apetecerte a la noche.
Sin embargo la tradición del aprovechamiento nos da una solución perfecta para el problema: croquetas de pescado y/o marisco. Con un poquito de bechamel y un poco de rebozado el plato es totalmente nuevo y, si sigue sin apetecer al día siguiente, siempre las podemos congelar. También puedes optar por empanadillas, buñuelos, quiches, canelones, lasañas, pizzas marinera, también en tartaletas o ricas sopas. ¡Estos días la sopa se agradece!
Ensaladas con atún y bonito fresco, gambas, mejillones...
Bocadillos de pescado rebozado con lechuga, por ejemplo.
Pasteles de pescado o como acompañamiento de pastas, y patatas guisadas
Tortillas de bacalao, merluza, gambas o mejillones.

Carne
Muchas veces nos sobra carne, ya sea, asada, estofada, hervida… cualquiera de estas carnes, podemos aprovecharla al 100% para elaborar otro plato, y ni siquiera se notará que está hecho de sobras. Cordero, redondo de ternera, codillo, pavo o solomillo, pollo… las carnes son demasiado sabrosas como para convertirse en una triste sobra recalentada.
Desmenuza el codillo y cocínalo en un sofrito para hacer un pastel de patata y carne… prepara una rica salsa para la pasta con trocitos de pollo, pimientos y cebolla… ¿qué tal un sencillo pero sabroso arroz con cordero? ¿y una empanada de pavo con curry? Los restos del redondo de ternera pueden servirse fríos acompañando, por ejemplo, una ensalada cargada de vitaminas.
Si te sobró una pieza bastante grande de carne asada y se ha secado, puedes cubrirla con rebanadas de tomate, a continuación la envuelves en papel de aluminio y la pones en el horno 10 minutos. Cuando el tomate haya soltado el jugo, estará deliciosa.
Si coges la carne que te sobró y la desmenuzas, podrás hacer infinidad de recetas: canelones, empanadillas, croquetas, huevos rellenos, rellenar unas berenjenas... en realidad no tienes porque ceñirte a seguir los pasos de una receta de huevos rellenos o berenjenas de un libro, ¿para qué? teniendo ese trozo de ternera o lomo que te sobró ayer, pícalo y aprovéchalo. Y no olvides que con la carne picada de las sobras y un buen caldo, puedes preparar un consomé magnífico.

Arroz
Si tienes sobras de arroz, puedes transformarlas en una exquisitez, a 2 tazas de arroz le echas huevo, queso parmesano, sal y pimienta. Mézclalo bien y refrigéralo.Para prepararlo, calienta un poco de aceite de oliva en un sartén y con la mezcla haz tortitas. Puedes prepararlas pequeñas para aperitivos, o grandes, como acompañamiento. Fríelas en el aceite hasta que se doren por ambos lados y tómalas calientes con una salsita. 
También puedes una vez frío elaborar ensalada de arroz, ponle trocillos de jamón dulce, maíz, lechuga juliana...
Si lo quieres caliente, pues hazlo estilo chino tipo tres delicias, pero con las delicias que a ti te de la gana. Sólo tendrás que saltearlo todo junto en una sartén o si tienes wok ya has triunfado. Aunque si además de los restos de arroz quieres aprovechar sobras de otros platos puedes hacer croquetas. De arroz y pollo, de arroz y jamón, de arroz y bacalao, de arroz y lo que se te antoje. 
Los pimientos asados rellenos de arroz son una maravilla, y en frío rellena tomates. No tires la paella mujer.. que está muy rica. Si la cantidad es muy pequeña añádela a un caldo de carne, pescado o verduras y tendrás un consomé de arroz que flipas.
Legumbres guisadas   
Las legumbres (garbanzos, habichuelas, lentejas) que te sobren puedes procesarlas (sin la carne ni verduras) en la licuadora hasta que se forme un puré espeso. Puedes añadirles cualquier condimento adicional y un chorrito de aceite para amalgamar. Y cuando te llegue visita inesperada, servirlo con galletitas o tostas a modo de paté.
Puede que nos haya sobrado una cantidad pequeña de puchero para los comensales habituales, pero siempre puedes añadir un poco de arroz o fideos. De este modo conseguirás una ración adecuada.
También puedes usar el horno y hacer un arroz al horno con las sobras del puchero. Muy fácil, se desmenuzan las sobras y se sofríen junto con el arroz, ajos y pimentón, caldo. Se lleva al horno unos minutos para terminar la cocción y listo.
Las legumbres están cocidas, pero no inmenrsas en salsa espesa, puedes escurrirlas y aprovecharlas para hacer ensaladas de legumbres. Puedes utilizar una sola legumbre o mezlclarla. Que tal una ensalada de alubias con butifarra, o de garbanzos, pimientos asados y cebolleta.

Verduras
Las verduras cocinadas pueden utilizarse al día siguiente para hacer souffles, una tortilla o una ensalada de verduritas con un poco de imaginación. Pueden añadirse también a cualquier plato de carne, o hacer un puré.
Las verduras al igual que carne y pescado pueden servir para hacer croquetas, canelones, empanadas, lasaña. Inventa rellenos.
Si son tomates maduros, haz una salsa de tomate casera con un poco de cebolla, pimiento y calabacín. O un salmorejo o gazpacho así de paso aprovechas el pan duro.
También es buena idea conservar el liquido de cocción de las verduras así como las peladuras y recortes para preparar sopas. Aquí no se tira nada!!

Pan
Es tan habitual que este ingrediente sobre que nuestra cultura gastronómica está repleta de ideas para aprovechar el pan seco. El pan, por ejemplo es esencial en platos como el gazpacho, el salmorejo o las migas. También la sopa de ajo o postres como los pudines o las torrijas. Además también tenemos la opción de cortarlo en dados y freírlo para hacer picatostes, o rallarlo para hacer pan rallado casero.
Puedes optar por elaborar souffés o pasteles de pan, salado o dulces. Los soufflés salados además te darán la posibilidad de aprovechar restos de guisos. La mayoría se elaboran mezclando los ingredientes con huevos, nata líquida y al horno al baño María.
También puedes hacer flanes, pudding o bizcochos de pan. Con un poco de leche, azúcar, huevos, caramelo, y algún licorcillo, y al horno al baño María.

Frutas
Este grupo es bastante perecedero, a veces las frutas suelen madurar muy rápido y en pocos días se echan a perder.
Puedes añadirlas a una ensalada, aportando al mismo tiempo un sabor fresco y refrescante.
Puedes preparar salsas de frutas para acompañar tus postres o platos agridulces.
Puedes porque no hacerlas en brochetas de langostinos, piña, pollo, manzana, etc.
Cuécelas con agua y azúcar y preparar una estupenda compota.
Si las trituras combinadas con leche y nata y le das un golpe de congelador obtendrás un helado casero instantáneo, para esto se prestan mejor frutas como plátano, papaya, mango y ese estilo.
También puedes hacer granizados, deja congelar los trozos de fruta madura, rompiendo el hielo de vez en cuando y luego cuando estén bien congelados tritúralos.



Recuerda siempre que antes de tirar las sobras, tienes infinidad de opciones para reciclarlas… si no tienes tiempo, congélalas y ya las reciclarás más adelante. Pero ¡ojo! no pruebes nunca las sobras cuando no estés seguro de su inocuidad o no sepas cuánto tiempo llevan almacenadas. En este caso desecha enseguida cualquier alimento conservado durante demasiado tiempo, o cuyo aspecto u olor resulten dudosos. Pero no dejes que el alimento llegue a ese estado. ¡APROVÉCHALO!

José López