TABBOULEH


Tabulé, tabbulé, taboulé, tabbouleh... te pongas como te pongas del árabe (tabbula) se trata de una ensalada de Oriente Medio, concretamente del Líbano ideal para cuando aprieta la calor ya que se toma fresca y de unos sabores limpios y agradables.

Receta sencilla, barata, rápida y sana, el tabbouleh original está preparado con bulgur (trigo partido), aunque es bastante más común verlo sustituido por couscous. Los demás ingredientes van a gusto del consumidor dependiendo la época, la zona, la estacionalidad y como no, el paladar de cada uno. Aunque generalmente suele llevar perejil, hierbabuena, tomate, cebolla, aceite, zumo de limón y a partir de ahí lo que te de la gana.

Lo mío ha sido lograr un huertecillo primaveral con verduras prácticamente de estación, presentado a modo de huerta en el que el couscous sería la tierra y emergiendo de él todas las verduritas. Así que venga, ¡ponte el delantal y vamos al lío!










INGREDIENTES

250 gr. de couscous precocido
1 manojo de espárragos trigueros
1 brócoli
1 puñado de guisantes frescos
1 puñado de habas frescas
Brotes de perejil
Brotes de hierbabuena
1 cebolleta fresca
1 zanahoria
1 tomate
Zumo de medio limón
Aceite de oliva virgen extra
Sal


ELABORACIÓN

Lo primero es preparar el couscous, te voy a explicar como se hace de forma generalizada pero en los paquetes de couscous precocido que venden en cualquier comercio viene bien explicado, así que lo mejor será que sigas esas pautas según el comerciante y marca.
Pon el agua a ebullición con sal. Extiende el couscous en una bandeja amplia. Cuando el agua hierva viértela sobre el couscous y remueve bien para que el grano quede suelto. Deja enfriar tapado y removiendo de cuando en cuando. Al final con las manos trabájalo para soltar el grano (si se hubiesen formado grumos).

Lava las verduras escrupulosamente y pon nuevamente agua a hervir con sal. Prepara también un baño de agua fría con hielo. Vamos a escaldar algunas verduras, todas en el mismo agua pero en distintos tiempos.

Corta las puntas de espárragos y escáldalas en el agua hirviendo durante 15 segundos, automáticamente pasalas al baño de agua fría, y después a un paño seco.
Haz lo mismo con los brotecitos del brócoli (30 segundos en el agua hirviendo).
Lo mismo con los guisantes (10 segundos en el agua hirviendo).
Lo mismo con las habas (20 segundos en el agua hirviendo).
Finalmente, pela la zanahoria y córtala en brunoise pequeña haz la misma operación que lo demás (15 segundos en el agua hirviendo).
Ya puedes tirar el agua.

Es fundamental respetar los tiempos de cocción y no excederse, las verduras te lo agradecerán. De esta manera nos quedarán, al dente, verdes y manteniendo todo su sabor y frescor en lugar de mustias, insípidas y pálidas.

Abre, despepita el tomate y córtalo en una brunoise pequeña. 
Corta la cebolleta también en brunoise pequeña. 
Pica un poco de perejil y hierbabuena.

Finalmente lo único que tendrás que hacer será mezclar la zanahoria, el tomate, la cebolleta y las hierbas con el couscous frío. Montarlo sobre la base de los platos e ir decorando por encima con el resto de las verduritas escaldadas alternando variedades. Colocar también unos brotecillos de perejil fresco y rociar de zumo de limón y del aceite de oliva.